martes, 30 de marzo de 2010

DIALOGO


MARÍA: ¿Ocurre algo hijo?

JESÚS: Ocurre que he sentido un ala negra golpeando mi rostro, un látigo de hijo, una caliente bofetada amarga de ceniza, Era cual si, de pronto, faltara un escalón en la escalera y te quedaras colgado sin acabar de caer ni sostenerte, mientras un buitre negro te picotea el alma. ¿Estaba en la antesala de la muerte?

MARÍA: Hace ya muchos años, hijo que yo conozco ese desierto.
Ser hobre es presentirlo y ser mujer sentirlo doblemente.
Cuando engendras un hijo te crees, por un momento, fabricante de vida, pero los mismos alaridos del parto te dicen que es muerte lo que engendras, que das a luz a un fugitivo y que te salen del vientre trozos de vida y de muerte barajados. Todas las madres saben que dan a luz aprendices de muerto.
Mas yo creí que, al menos tú, serías distinto. Si nace un Dios ¿por qué ha de ser mortal?

JESÚS: No se hace uno hobre a trozos: anonadarse no es bajar del caballo de Dios y seguir siendo un Dios invulnerable. Es hacerse miseria, agachar la cabeza y pasar por los yugos y las grietas en los que el hombre deja su sangre encadenada.
Si me gusta ser hombre no es porque ignore que su entraña es la muerte. Lo sabía estando ya en tu seno.

MARÍA: Yo no, hijo. Esperaba que el hombre entendería y que habría un atajo para salvar sin muerte.

JESÚS: Eso no es posible, madre.
El mal es duro. Y solo a golpes de auténtico dolor puede resquebrajarse.
No basta simular un combate y decirte: "mañana resucitaré", como quien traga un vaso de ricino.
No. Morir es morirse, sin trampa ni cartón, sin tramoyas treatrales o pensando: "bebamoslo, mañana vendrá el sol"
Hay que entrar en el tunel a contracorazón, creyendo (pero sin saberlo) que hay luz al otro lado.

MARÍA: Entonces ¿la fe también es necesaria para ti?

JESÚS: También.
MARÍA: ¿Por eso tienes miedo?

JESÚS: Ser hombre es solamente tener unas pocas certezas, tres o cuatro. O tal vez una sola: la de saberse amado. Saber que aunque la muerte fuera inútil, alguien nos amará, alguien del cielo o de la tierra.

MARÍA: Yo te amaré siempre hijo

JESÚS: Lo sé, y eso me bastaría para subir tranquilo hasta la cruz. Y sé que El también me ama pero ¡Que dificil este Padre que no sabe abrazarte si llegas hasta El solo!

dialogos de Pasión
Martín Descalzo

domingo, 7 de marzo de 2010

ETERNAMENTE


Hay personas que queriendo hacerse notar, pasan por la vida sin pena ni gloria, y otras que pasando de puntillas por todos lados, dejan su huella marcada hasta tal extremo que aunque viniese una autentica oleada seria imposible de borrarla. Así ha sido la vida de Bosco, imborrable, tan imborrable que por muchas olas que pasaran por nuestra vida, su huella seguiría eternamente. Imborrable, porque por mucho viento que viniese, ha sido, es y será todo un líder entre los mas necesitados, necesitados no solo materialmente, sino en todas las personas que hemos pasado por su vida necesitadas de lecciones, lecciones de humanidad, lecciones de bondad, lecciones de firmeza, lecciones de superación, lecciones... DE VIDA.
Gracias Bosco por ser entre nosotros un autentico DON BOSCO.
No te olvidaremos, estarás en nuestro corazón... ETERNAMENTE